martes, 13 de septiembre de 2011

31 de julio de 1970: "Black Tot Day"

Para retomar el hilo de las efemérides tras el descanso estival, nos detenemos hoy en una que hace referencia a una de las costumbres más arraigadas de todas las marinas, que ha dado lugar a una considerable leyenda negra que, sin embargo, tiene una buena dosis de realidad. Y no, no hablamos del Holandés Errante ni del legendario Kraken, sino del ¿mito? del ¿excesivo? consumo de alcohol por parte de los marinos.

Desde luego indagando un poco en el tema no encontramos muchos argumentos que permitan refutar este hecho, que ha dado lugar a un sinfín de giros y expresiones. De hecho nos encontramos con que, como muchos conoceréis, el alcohol formaba parte de las raciones ordinarias de la tripulación de un buque de guerra desde siglos atrás. Nos centraremos en las armadas porque su carácter reglamentado hace más fácil seguir la pista a estas raciones, pero ni mucho menos quiere decir esto que la arraigada costumbre de consumir licor a bordo sea exclusiva de la rama militar de la profesión naval. Y dentro del universo de las marinas de guerra, nos detendremos en la que ostenta una mayor y más conocida tradición a este respecto, o al menos mejor documentada, la Royal Navy, si bien es cierto que todos las armadas seguían esta costumbre, con raciones de vino, cerveza o aguardiente para marinería y oficiales. Pero la frase que más asociamos con el viejo marino es, gracias a la literatura, la de la botella de ron. Y además esto nos permite asociar el tema con una fecha concreta, y es que el 31 de julio de 1970 se puso fin a la tradición del reparto de las raciones de ron, en lo que sería conocido como el "Black Tot Day".


Pero comencemos por el principio. Hasta 1655, la ración diaria del marinero de la Royal Navy incluía un galón de cerveza floja. Esto ya da una idea del nivel de consumo de alcohol, porque encontramos que un galón inglés equivale a 3,785 litros de cerveza floja al día. Floja o no, ya era bastante. Hay que tener en cuenta en primer lugar que en muchas ocasiones el agua dulce a bordo se contaminaba en una travesía, y además que la profesión exigía un gran aporte calórico y realmente el ejercicio físico diluía bastante los efectos, pero sigue siendo una media a tener en cuenta. Tan a tener en cuenta que resultaba un problema, ya que almacenar esa cantidad de cerveza para tripulaciones grandes (un buque de porte medio, como una fragata, podía tener casi trescientos tripulantes) era realmente una odisea en el espacio reducido de un buque. Eso se solucionó con la conquista de Jamaica por los ingleses en ese mismo año 1655, ya que la ración de cerveza se sustituyó progresivamente por una más reducida del ron local. Claro que las medidas de este licor fuerte debieron reducirse, y con la progresiva profesionalización de la Royal Navy, en 1740 el almirante Edward Vernon implementa la ordenanza naval de servir una ración diaria de media pinta de ron, diluida en una proporción de 4:1 en agua y zumo de lima o limón y canela, lo que se llamaría "grog". Esto era para prevenir el escorbuto, así como para evitar que los marineros guardasen sus raciones durante un par de días y después consumiesen el total, agarrándose una enorme borrachera. (De ahí expresiones como "groggy"). De todas formas, la ración diaria equivale a casi 300 ml de ron por persona y día, lo cual, llámenme flojo, se me antoja bastante respetable.  Eso sí, esta ración se distribuía dos veces al día, y era objeto de una ceremonia en la que la mezcla se preparaba y servía en  un barril al efecto con el rótulo "god bless the king".

Por supuesto, el componente etílico y los ingredientes del grog podían variar y estaban sujetos a la disponibilidad en cada momento. El ron era el más ordinario dado el tráfico del mismo desde el caribe y la frecuencia con la que los buques de la Royal Navy recalaban en la zona, pero en realidad era válido cualquier tipo de licor fuerte, que podía ser incluso destilado a bordo. Cualquier cosa con tal de que no se acabasen las provisiones de alcohol, ya que era garantía de un motín. Hay que tener en cuenta que la vida de un marinero de la Royal Navy estaba sometida a privaciones y a una disciplina brutal, por lo que el mínimo esparcimiento y casi único derecho que ostentaban era a recibir sus raciones correspondientes y perfectamente reglamentadas. Claro que esto dio lugar a una cierta  propensión al alcoholismo crónico, a alguna que otra maniobra mal ejecutada, a ciertos accidentes y percances que se tomaron como mal  menor. Asimismo era muy normal que en caso de abandono del buque los marineros asaltasen la bodega añadiendo al caos de una evacuación el provocado por una horda de borrachos.

Era normal de todas formas que para premiar a la tripulación por su desempeño en maniobra o combate se doblase la ración diaria. "doble ración de grog para la tripulación". Los oficiales también recibían su parte, en un reparto separado. De hecho era normal hacer un brindis diario en la cámara de oficiales, que era el normal a la salud del rey/reina (royal toast) seguido de uno especial para cada día de la semana:

Monday, “Our ships at sea”                                                  
Tuesday, “Our men”                                                             
Wednesday, “Ourselves”                                                       
Thursday, “A bloody war, and quick promotion”    
Friday, “A willing soul and sea room”
Saturday, “Sweethearts and wives, may they never meet”
Sunday, “Absent friends, and those at sea”

Lunes: "por nuestros buques en la mar"
Martes: "por nuestros hombres"    
Miércoles: "por nosotros"
Jueves: "Por una guerra sangrienta y un rápido ascenso"
Viernes: "Por un alma dispuesta y aguas azules" (aguas profundas, agua bajo la quilla)
Sábado: "Por las amadas y esposas, porque nunca lleguen a conocerse"
Domingo: "Por los amigos ausentes y aquellos que se hallan en alta mar"

Como lo bueno no suele durar, la cordura se fue imponiendo con el tiempo, y la ración fue reducida en 1824 a un cuarto de pinta. En 1850 se redujo a un octavo de pinta y se eliminó el reparto vespertino. A los oficiales se les acabó la fiesta en 1881 y a los oficiales en reserva o sin mando operativo (warrant officers) en 1918. En 1969 un debate parlamentario surgió sobre el particular, argumentando que el reparto de alcohol era incompatible con las funciones especializadas y el  manejo de las nuevas tecnologías (radar, sonar y toda la planopia de sensores electrónicos de un buque moderno). 




De manera que finalmente se adoptó una resolución y, como se ha dicho, el 31 de julio de 1970 se produjo el último reparto, que las tripulaciones llevaron a cabo con crespones negros, con simulación de entierros del barril de ceremonias y otras muchas ideas peregrinas para reflejar que la Royal Navy, desde luego, ya no volvería a ser la misma.